Como sabrás, el mundo se dirige cada vez más hacia una emergencia climática irreversible. Como sociedad, se nos plantean ciertos cambios individuales para colaborar en esta lucha. ¿Qué pueden hacer las empresas frente a ello? En este artículo conocerás lo que es el marketing sostenible.
Marketing tradicional vs marketing sostenible
Primero, definamos qué es el marketing. El marketing es un proceso administrativo y social gracias al cual determinados individuos obtienen lo que necesitan o desean a través del intercambio de productos o servicios (Philip Kotler).
A lo largo de los años, se ha tenido una visión del marketing como una actividad que únicamente favorece el consumismo. Es cierto que, en su versión tradicional, el marketing se utiliza como una vía para generar necesidades y también para satisfacerlas. Sin embargo, no tiene en cuenta otro tipo de factores que puedan entrar en juego. Por esto, el marketing sostenible compite con el marketing tradicional y se presenta como una alternativa a este modelo predominante.
Consumo responsable
Hemos nacido y crecido en una sociedad que nos ha enseñado a comprar por consumismo y no por necesidad. Nos hemos basado en un modelo lineal de usar y tirar y, tanto consumidores como empresas, nos hemos olvidado de las limitaciones del planeta. Gracias a toda la información a la que podemos acceder con facilidad, la sociedad se está dando cuenta de que esta forma de vivir es insostenible en el largo plazo.
Cada vez son más los consumidores que optan por un consumo responsable. Este término se refiere a valorar el impacto de su compra, y el proceso de creación del producto o servicio. Así, no es difícil escuchar cada vez más términos como éste o como consumo sostenible o economía circular.
Como respuesta a estas nuevas tendencias, las empresas también se están adaptando a un mundo que será predominante en los próximos años. Por ejemplo, lanzan estrategias o campañas en relación con la sostenibilidad o buscan producción sostenible.
Marketing sostenible, social o verde.
Como alternativa, surgen actividades de marketing que tienen en cuenta los efectos medio ambientales. Así, el marketing sostenible se basa en la aplicación de estrategias y acciones que tengan como resultado un producto o servicio sostenible. Por tanto, busca satisfacer las necesidades del cliente y compatibilizar este proceso con el ecosistema, siguiendo con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Además, es importante destacar estos tres conceptos de sostenibilidad:
- Sostenibilidad económica: cuando la actividad, encaminada hacia la sostenibilidad ambiental, se puede realizar en términos financieros y es rentable.
- Sostenibilidad social: cuando se mantiene la unión social y se trabaja en la persecución de objetivos comunes. Mantener una buena estructura y condiciones sociales.
- Sostenibilidad ambiental: se refiere a la relación y respeto entre la actividad productiva y la preservación del medio ambiente. Reducción del impacto a través de menos emisiones y generación de residuos, utilización de materias primas sostenibles… etc.
Por tanto, como podemos comprobar, el marketing sostenible está estrechamente relacionado con la RSC (Responsabilidad Social Corporativa). Además, es posible encontrar también este término denominado como marketing social o marketing verde.
Greenwashing
Sin embargo, hay que tener cuidado con estas acciones porque muchas pueden ser prácticas de lo que se conoce como greenwashing o lavado verde. El marketing sostenible no está exento de la opinión de ser puramente interés y aquí es donde entran en juego el greenwashing. Son campañas en las que se presentan las empresas y sus productos o servicios como respetuosas con el medio ambiente cuando realmente no lo son.
De esta manera, podemos detectar estas prácticas con los denominados “7 pecados del Greenwashing”:
- Afirmar que un producto es totalmente verde cuando en realidad solo tiene algunas características.
- Asegurar que un producto es sostenible sin aportar pruebas o certificados que lo verifiquen.
- Utilizar un reclamo ambiental de forma vaga o escueta, de forma que pueda provocar interpretaciones incorrectas.
- Usar etiquetas falsas que prometen que el producto tiene una “certificación ecológica” que no tiene.
- Ofrecer al consumidor información sostenible que resulte irrelevante o poco útil.
- Desviar la atención del consumidor hacia factores que resulten menos dañinos, distrayéndole de los más peligrosos.
- Incluir información falsa en los productos.
Y hasta aquí nuestra entrada sobre marketing sostenible. Esperamos que os haya gustado y hayáis descubierto o conocido un poquito más este término. Sin lugar a dudas, la unión entre sostenibilidad y empresa son el futuro y la solución para la lucha climática. Si os gustaría conocer más sobre marketing podéis visitar otras publicaciones de nuestro blog. ¡Nos vemos pronto!