Cuando hablamos de Inbound Marketing nos referimos a una metodología que combina técnicas propias del marketing y la publicidad no intrusiva. Su objetivo es contactar con un posible comprador al principio de su proceso de compra y seguir con él hasta que realiza la transacción final.
De esta forma, su principal finalidad es conectar con las personas. Se acompaña a los usuarios mediante el contenido apropiado para cada una de las fases del proceso de compra y de su perfil hasta la transacción final. Además. Se caracteriza por tratarse de un método que busca ser amigable con el cliente para así poder conseguir su posterior fidelidad.
Beneficios que proporciona el Inbound Marketing
A diferencia de la mayor parte de acciones promocionales que realizan la compañía y que representan un gasto para la empresa, en el Inbound podemos afirmar que más que un gasto, el dinero utilizado es una inversión. Podemos decir que con el Inbound una parte de las acciones ayudan a construir elementos que existe, que tienen valor económico y que, además, en el tiempo, suponen un mayor rendimiento. Podemos destacar los siguientes:
– Canal de captación: al poner en marcha esta estrategia la empresa es más visible en los buscadores por lo que recibe un mayor número de visitas de los canales directos.
– Base de datos: los esfuerzos que se llevan a cabo para aumentar en tráfico se traducen en la construcción de una base de datos que, conforme pasa el tiempo, aumenta su volumen.
– Alcance: los contenidos que la compañía comparte llegan a un público más amplio y se genera una comunidad entorno a la marca. Se logra un mayor alcance, lo que significa aumentar el valor de la empresa y su visibilidad.
– Contenido: la empresa genera contenidos que consiguen posicionarla como experta en su campo. Posteriormente, todo esto se puede comercializar.
– Branding: mejora la imagen de marca de la compañía. Gracias al uso del Inbound Marketing la marca suele tener un mayor número de interacciones y de impactos publicitarios.
¿Cómo aparece el Inbound Marketing?
En la historia del Inbound Marketing podemos diferenciar dos orígenes: el primero se centra en las personas que acuñaron el término y desarrollaron la metodología; el segundo, tiene más relación con la lógica del mercado.
El origen del Inbound se le atribuye a HubSpot, y sobre todo, a Dharmesh Shah y Brian Halliga, ambos fundadores de esta compañía de software. Dharmesh tenía un blog (OnStartups) y, con el incremento del tráfico se dio cuenta que necesitaba invertir más tiempo y recursos en el blog. El usaba WordPress –junto a otras muchas herramientas- y se dio cuenta que había un problema de eficiencia:
– La falta de agilidad a la hora de buscar y utilizar las aplicaciones necesarias.
– La falta de integración de los datos que cada una de las aplicaciones recopilaban
– La dificultad para obtener inteligencia de estas herramientas
Así, para resolver las limitaciones programó un interfaz que le permitía tener acceso a todas las herramientas como si fuesen un único programa. Hablamos de una primera versión de HubSpot, aunque al principio no triunfó en su comercialización. En cambio, en 2005 con la publicación del libro Inbound Marketing: Get Found Using Google, Social Media and Blogs acabó de despegar la idea y se implementó en diversas empresas.
No obstante, sería injusto atribuirle solo el mérito a Halligan y Shah, ya que Scott ha sido otro de los grandes representantes de la metodología. Un factor decisivo fue la publicación de su libro The New Rules of Marketing and PR, en el que el autor expone cómo han evolucionado el marketing y las relaciones públicas gracias a la aparición de las herramientas 2.0 que se han generado con la llegada de Internet.
¿Cómo funciona el Inbound Marketing?
El proceso de compra ha cambiado y, por ello, este modelo representa el modo en que los consumidores compramos y, además, refleja el proceso de decisión y la forma en que vivimos cada fase, desde la identificación de la necesidad hasta la adquisición de un producto o contrato de un servicio. De esta forma, el Inbound Marketing se basa en cuatro fases que corresponden al proceso de compra del usuario: atracción, conversión, educación y cierre y fidelización:
Atracción
Mediante distintas técnicas de marketing o publicidad se atrae y se dirige a un usuario hace una página web que contenga información útil para conocer y entender su necesidad. Para ello, es preciso diseñar estrategias de atracción que se articulan en torno al contenido creado que se publica en la web, el blog, redes sociales, etc. Así, este contenido lo consumen los usuarios y acaba generando un mayor tráfico.
Conversión
En esta fase se realiza la conversión de todas las visitas que recibe una página en registros para la base de datos de la empresa. Para ello, se le ofrecen contenidos relevantes y personalizados al usuario que podrá obtener a cambio de rellenar un formulario con sus datos.
Educación
Tras haber convertido, los usuarios reciben información útil para cada una de las fases de su proceso de compra. Para poder realizarlo, las empresas se sirven de técnicas de automatización del marketing. Además de estas estrategias también se pueden aplicar estrategias de retargeting y estrategias de personalización de los contenidos y elementos de una web.
Cierre y fidelización
Este momento se centra en conseguir que los clientes finales sean clientes satisfechos. Para ello, la empresa debe ofrecerles información que pueda resultarles útil. De esta forma, el Inbound Marketing consigue que el cliente siga con nosotros a través de la fidelización.
De esta forma, podemos observar como la metodología que caracteriza el Inbound Marketing es muy amplia y nos permite abordar una situación desde el momento en que alguien tuvo una necesidad y llevó a cabo la primera interacción con nuestro contenido, hasta el momento en que termina la relación entre el cliente y la empresa.
Así, esperamos que este artículo os haya servido para conocer en qué consiste el Inbound Marketing y sus características. Si tienes alguna duda, siempre puedes visitarnos en el Ático de las Ideas.
¡Un saludo!