No hace mucho que algún profeta anunció a los cuatro vientos que el futuro de las tiendas físicas pintaba negro. Pero no, en contra de todo pronóstico las tiendas físicas no se han extinguido. Frente a las ventajas de las tiendas online (que tampoco debemos ignorar) las tiendas físicas siguen ahí, «vivitas y colendo».
El comercio online no ha terminado con el comercio tradicional por una sencilla razón, sus consumidores son ahora los mismos. Son, los llamados consumidores onmicanal.
Pero lo que sí ha hecho el comercio electrónico, y no debemos pasarlo por alto, ha sido modificar los hábitos de consumo de los compradores tradicionales. Esto sucede porque los consumidores consumen dentro y fuera del entorno digital y lo hacen al mismo tiempo. Las fronteras se han diluido, y es común, por ejemplo, que un consumidor acuda a una tienda física para realizar allí la compra y, por diferentes razones, termine haciendo la compra de dicho producto online.
Pero si el futuro de las tiendas físicas no es tan negro como lo pintaban, es también porque el comercio tradicional cuenta con una serie de ventajas que vale la pena examinar:
- Compra sensorial: comprar en un negocio tradicional nos permite tocar y probar los productos. Algo que un buen porcentaje de los consumidores de nuestro país valora de forma positiva. Cuando además del tacto entran en acción otros sentidos como pueda ser el del oído a través de la música en la tienda física, los consumidores de todo el mundo reconocen que se sienten más satisfechos y su experiencia de compra resulta más agradable.
- La gratificación instantánea: sin duda es la gran barrera que ha de superar el comercio online. Por mucho que en los últimos años empresas como Amazon hayan reducido considerablemente los plazos de entrega de sus productos, no pueden competir con el negocio tradicional donde el cliente mira el producto y se lo lleva en ese mismo momento. El comercio electrónico es más complejo.
Cuando se trata de obtener una gratificación instantánea el cliente busca inmediatez y la espera supone muchas veces la pérdida de interés en el producto. Sin olvidarnos de que para muchas personas, ir de compras es una forma de ocio que les produce satisfacción, y esto no sucede cuando se trata de comprar online.
Bueno vecinos, espero que os haya gustado este post sobre el futuro de las tiendas físicas. Nos vemos en próximos artículos y por supuesto, para todo lo que podáis necesitar de éste nuestro Ático.
¡Un saludo!