En el Ático, sabemos de la importancia que tiene Internet y las decisiones sobre producto. Por ello, hoy os explicamos en este post cómo afecta Internet a los productos que vendemos y como podemos sacar beneficio de ello.Desde la aparición de la Web 2.0, pueden venderse en Internet todo tipo de productos (tangibles, servicios, ideas, lugares, etc.) que los podemos clasificar en dos tipos: nacidos con Internet, por ejemplo, los buscadores o adaptados a Internet, como la música o el cine. A través de estos productos se busca generar tanto valor propio (beneficios), como para los usuarios. Es por ello, que tenemos que tener en cuenta dos tipos de decisiones de producto.
Internet y decisiones sobre el producto básico
Son decisiones que afectan al producto principal que adquiere el consumidor para satisfacer sus necesidades. A través de estas decisiones se busca añadir valor digital a ese producto básico. Si no sabes que decisiones debes realizar para conseguir este valor añadido, te decimos tres ejemplos de preguntas que tienes que hacer para tu producto.- ¿Puedo ofrecer información o servicios adicionales a mi base de clientes?
- ¿Podría llegar a un nuevo segmento realizando nuevas propuestas de valor?
- ¿Puedo aprovechar mi capacidad de atracción de clientes para crear nuevas fuentes de ingresos?
Internet y decisiones sobre el producto aumentado
El producto aumentado se encarga de dar valor añadido al producto básico. A la hora de ofrecer este valor añadido se puede incluir nuevos servicios, complementos o funcionalidades para mejorar la imagen de producto. Su importancia reside, en que si se hace una buena gestión de producto aumentado se consigue captar la atención y, posteriormente, tener la aprobación del comprador. Una de las ventajas de Internet es que puede favorecer la mejora en la percepción de calidad del producto, y, en consecuencia, de su credibilidad. ¿Cómo?- A través de recomendaciones y opiniones de clientes (comunidades de marca u online reviews). Tener unas buenas recomendaciones y opiniones acerca de nuestro producto supone un incremento de la imagen del producto y repercute en un aumento de las ventas, ya que el comparar opiniones y ver recomendaciones forma parte del proceso de compra de la gran mayoría de usuarios.
- Excelencia en la atención al cliente (multicanalidad, mayor rapidez de respuesta, menor número de quejas…). Casi el 70% de los clientes que reciben una mala atención no vuelven a repetir la compra en la misma empresa. Por ello, la empresa debe centrar sus acciones y objetivos en tratar de proporcionar un excelente servicio postventa y atención al cliente.
- Herramientas que eduquen al consumidor en el uso del producto (guías de juegos, folletos, seminarios…). Aportar información de nuestro producto o servicio al consumidor hace que este se sienta útil, además de crear una relación de confianza mediante un trato más personal.
Desarrollo de nuevos productos
Internet aumenta la velocidad de la creación de nuevos productos, ya que las ideas de producto se pueden testear online (panales de consumidores online) y ofrece una mayor facilidad para trabajar de manera virtual (equipos virtuales). Además, acelera la difusión y adopción, a través del acceso a mercados a nivel global y la generación de buzz. Para llevar a cabo el desarrollo de nuevos productos, hay algunas estrategias a seguir para lograrlo:- Innovaciones discontinuas. Consiste en sacar un nuevo producto que conlleve un cambio en los hábitos de consumo de los compradores.
- Nuevas líneas de producto. Es una estrategia, como su mismo nombre indica, que se basa en crear nuevas líneas de productos.
- Ampliación de línea. A diferencia de la estrategia anterior, esta se lleva a cabo introduciendo nuevos productos a la línea ya sea mediante una expansión o complementándola.
- Mejoras de productos existentes. El propósito de esta estrategia es mejorar las características de los productos, ya sea innovando, aumentando su calidad o prestaciones.
- Reposicionamiento. Este término tiene que ver con la percepción que tiene el consumidor en su mente de nuestra marca. Por ello, esta estrategia consiste en cambiar esa percepción que se tiene de la empresa o marca, ya sea mediante mensajes o cambiando la apariencia de determinados productos.
- Versiones low-cost. Esta estrategia suele ser bastante exitosa si se aplica correctamente. Con el objetivo de que el producto sea líder en precios, se busca reducir los costes para poder bajar el precio de un producto y posicionarlo como el más o uno de las más baratos del mercado. Un ejemplo bastante común de esta estrategia son los supermercados.